top of page

Pai, por qué hablamos español?





El otro día regresando de la escuela mijito de seis me hizo una pregunta bien interesante.


- Pai, por qué hablamos español?


Bueeehh, suspiré dentro mío.


- Por la misma razón que ahora mismo no estamos hablando Runa Simi (Quechua), la lengua de tu linaje materno, o Arawako, la lengua del mío. Y por la misma razón que se habla español (con sus acentos y variantes) en otros países como México, Colombia, Bolivia, entre otros. Fuimos invadidos, mijo. Y como parte de ese proyecto colonial de invasión y ocupación quisieron borrar nuestras culturas y lenguas originarias, y se adoptó como lengua oficial la suya extranjera, creando alienación cultural y baja autoestima para nuestra gente. Nos llamaron salvajes e indios que precisaban ser ‘civilizados’, lo local o criollo dejó de ser valioso en comparación con lo extranjero. Tanto así que aún hoy si decimos ‘jariniando’, alguien salta a corregir para decir lloviznando, juzgando de lengua de pobre, de falta de educación o poco civilizado cualquier vestigio de idioma indígena que permanece en nuestra manera de hablar.


- Entonces yo quiero aprender Quechua y Arawako!!


- Anhan! Wayánuhaba wahiyani. (Sí! Hablaremos nuestros idiomas.)


- Y cómo es que aún se habla Quechua y Arawako?


- Te cuento la historia de cómo nuestros pueblos, a pesar de la invasión colonial, resistieron y sobrevivieron para mantener viva nuestra cultura, tradición y sabiduría milenaria. Hace más de quinientas lunas, que son como cinco abuelas ancestras, vinieron unos hombres en grandes barcos por la costa norte Sibaeña de mi isla, y con su llegada cambiaron muchas cosas. Vinieron de lo que hoy se conoce como Europa, hablaban castellano de Castilla, porque antes no existía España como hoy.


Ellos estaban hambrientos y enfermos, habían pasado mucho tiempo perdidos en el mar. Mis ancestros les recibieron como a cualquier persona llegada de lejos con buena comida y buen trato. Sin embargo, a pesar de nuestra diplomacia, ellos insistieron en ocupar nuestra isla y tomar nuestras riquezas. Nosotros resistimos aún hoy, manteniendo nuestra cultura como pudimos ante ese gran cambio que vino con mucha matanza y violencia para nuestra gente. Quemaron los bohíos de nuestros yucayekes, construyeron sobre nuestros templos, se llevaron nuestras piezas sagradas, en fin, hicieron muchas cosas para imponernos sus costumbres y su lengua en su afán de dominar nuestra gente y nuestro territorio ancestral.


Teníamos que sobrevivir resistiendo ese gran cambio de diversas maneras, desde el cimarronaje de manieles y quilombos a aprender el idioma y vestirnos de ‘criollos’, entre muchas otras maneras astutas e inusuales. Y gracias a esas mujeres y hombres de nuestros pueblos de Abya Yala y de África que lucharon, nuestra gente hoy continúa. Lo triste es que no fue suficiente para ellos invadir nuestra isla, de ahí siguieron por el resto del continente de Abya Yala y otros lugares del mundo, y como ellos también vinieron otros que hablan francés, holandés, portugués e inglés.


De todas formas, aún muchas lenguas indígenas de Abya Yala continúan hablándose hoy, las lenguas originarias de nuestras tierras, que guardan nuestra memoria, cosmovisión y sabiduría. Por eso nos toca hoy aprender nuestra lenguas y mantener nuestra cultura viva, como la encarnación de los rezos y sueños de nuestros ancestros que somos, los futuros ancestros de hoy.


Y así abrimos para nuestra Comunidad y Familia del Karibe Ancestral el próximo Círculo de Cosmovisión e Idioma Arawako para que practiquemos nuestra lengua originaria.


Ya sea que creas que no sabes nada de Arawako, que has aprendido un poquito o que estás estudiando otra variante del Arawako en el Karibe, ven a compartir!


Así también extendemos los puentes entre las variantes de las lenguas indígenas karibeñas como era antes, y practicamos para entendernos en familia, conversando y expandiendo el vocabulario, estudiando también las enseñanzas de la Cosmovisión.


Waibá! Vamos!










31 visualizaciones0 comentarios

コメント


TAINO STUDIES

bottom of page